En la escuela de padres de seguridad infantil en el hogar que realizo a familias de las esceulas infantiles, siempre pregunto a los papás y a las mamás que riesgos de los detectados les dan mayor miedo para poder analizarlos y aportar las soluciones adecuadas, eliminando miedos y sobreprotección a partes iguales.
En la última de estas escuelas un papá me respondió
No es la primera vez que me lo comentan, ni tampoco pocas las noticias de pequeños que han encontrado de madrugada deambulando por la ciudad mientras los padres dormían plácidamente… y que nadie ponga el grito en el cielo, porque a todos nos puede pasar.
Motivada por esta confesión, por las noticias y porque mi objetivo siempre es eliminar miedos reales, escribo este post de seguridad infantil para aportar soluciones que os puedan ayudar.
Los rituales previos al sueño en muchos hogares son los indicios que un peque interioriza de que llega la hora de acostarse: el baño relajante, la cena, el cuento… ¡Y caen! Pero llega un día en el que, sin previo aviso, el pequeño escapista decide que no duerme y entre sus múltiples opciones prefiere descubrir el mundo con nocturnidad y alevosía, pero sin un plan, ni A ni B, que le permita culminar su objetivo.
El primer obstáculo que puede encontrar es ¡Oh cielos, estoy encerrado en una cuna! A partir de aquí se inicia una serie de tentativas para salvar esa eventualidad, que sin sierra para cortar los barrotes y con una motricidad aún en desarrollo se convierte en ardua tarea. Pero no por eso el escapista dejará de intentarlo, si no es la primera noche, lo probará durante la siesta del día siguiente, o mejor en finde cuando los “vigilantes” están más relajados…
¿El escapista nace o se hace?… Pues ni uno ni otro, lo que sí está claro es que los niños aprenden descubriendo el mundo, un mundo no exento de riesgos donde el escapista no tiene (ni debe tener aún) conciencia del peligro.
San YouTube de las Risas tiene un enorme catálogo de vídeos domésticos donde las cámaras de seguridad han pillado in fraganti a escapistas actuando en solitario o en grupos de 2, saltando obstáculos como barandillas de cuna o de puerta.
En prensa también podemos leer noticias de escapistas que han sido detectados deambulando por las calles a altas horas de la madrugada, aquí tienes una de estas noticias (hay muchas más en la hemeroteca)
En este caso no hace falta que determinemos de forma explícita los riesgos de que un pequeño deambule solo por la calle, pero aun no llegando a este extremo, existen otros riesgos durante el proceso de fuga como por ejemplo:
Y cualquier otro que se os pueda ocurrir con un pequeño deambulando solo por casa… en el mejor de los casos
Ante estas situaciones de riesgo debemos intentar reducir las ganas del escapista de cumplir sus fines hasta que este tenga la suficiente madurez motriz y cognitiva para entender el riesgo.
Además de incluir en la prevención del “delito” estrategias que nos ayuden a evitar accidentes como por ejemplo el cambio de la cuna a la cama para evitar caídas (más bien lanzamientos) desde la cuna.
En este punto advertir que NO vas a solucionar nada, más bien lo vas a empeorar, cubriendo una cama de barreras de cama, o lo que es lo mismo, haciendo de tu cama una cuna gigante (aquí te explicamos los 3 errores más frecuentes con las barandillas de cama). Entiende que si antes se lanzaba desde la cuna, ahora hará exactamente lo mismo, pero desde la parte más alta de la barandilla de cama.
Pero ojo, papás y mamás de escapistas: las camas de mayores son eso, puedo salir y entrar de ella cuando quiero porque ya soy mayor, una barrera de cama impide que el peque se caiga mientras duerme.
Si aun así nuestro “escapista” sigue convencido de realizar el “delito” vamos a asegurar la salida y te propongo distintas soluciones en función de donde se va a desarrollar el delito, es decir, en tu hogar.
Soluciones de seguridad infantil para evitar escapes (room)
Y hasta aquí este post de seguridad infantil que espero que os ayude (y también os saque alguna sonrisa). Estaré encantada de ayudaros desde el servicio Babyproofing de la Asociación Nacional de Seguridad Infantil, además de formar a las familias de tu escuela infantil en prevención de accidentes infantiles.
Te agradezco que difundas este post con otras familias a las que les puede resultar útil y que cites la fuente por aquello de que lo marca la ley (de acuerdo a la Ley 23/2006, de 7 de julio, por la que se modifica el texto refundido de la Ley de Propiedad Intelectual) y también porque valoras las horas que dedico a ofrecerte estos consejos de seguridad infantil
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